“La Tercera” de Chile
Nuevo libro asegura que
Hitler no murió en Alemania, sino que en Paraguay
"Hitler,
el hombre que venció a la muerte", indaga en la relación del dictador nazi
con el ocultismo, afirma que vivió en Bariloche bajo el nombre de Adolf
Schütelmayor, y que falleció en 1971.
por
F.A.A./EFE - 05/04/2015 - 13:47
La
relación de Adolf Hitler con el ocultismo y su influencia sobre el nazismo es
uno de los ingredientes de "Hitler, el hombre que venció a la
muerte", del escritor argentino Abel Basti, que sostiene que el dictador
no murió en Alemania, sino en Paraguay.
En
este trabajo, que Basti define como novela histórica y que es la primera
entrega de una serie, el periodista y escritor argentino se centra en la figura
de Hitler cuando Alemania está a punto de perder la II Guerra Mundial y en su
búsqueda de un plan de huida alternativo en caso de derrota.
"Un
plan b", explica Basti en una entrevista con Efe, que "se realizó en
el marco de un acuerdo militar con Estados Unidos" para facilitar la salida
de Alemania de científicos al servicio del nazismo que terminarían "sobre
todo en Estados Unidos", según el escritor, pero también en otros países,
como Argentina.
Basti
sostiene que Hitler no se suicidó en Alemania tras perder la guerra sino que se
trasladó a España, en abril de 1945, y desde allí viajó a la Patagonia
argentina junto a Eva Braun en un submarino con la protección del entonces
presidente de facto, Edelmiro Farrell, y de Juan Domingo Perón, su ministro de
Guerra, que llegaría después al poder.
Durante
los dos primeros mandatos de Perón (1946-1955), Hitler habría vivido en una
hacienda próxima a la sureña ciudad argentina de Bariloche bajo el nombre de
Adolf Schütelmayor, de acuerdo con las investigaciones de Basti.
Tras
su derrocamiento, en 1955, Perón le habría pedido al dictador paraguayo Alfredo
Stroessner que acogiera a Hitler en Paraguay donde, según el autor, Hitler
habría muerto en 1971 y sus restos habrían sido enterrados en la cripta de un
búnker subterráneo bajo un edificio hoy ocupado por un hotel.
En
su primera novela, Basti, afincado en Bariloche y con varios libros de no
ficción publicados sobre el tema, subraya la relación de Hitler con el
ocultismo y sus conexiones internacionales a través de círculos que habrían influido
en los pasos a seguir durante la guerra.
Grupos
como la sociedad Thule, fundada como un círculo de estudio de las raíces
alemanas, volcada en la reivindicación de los orígenes de la raza aria, y que
apoyó al Partido Obrero Alemán, luego transformado en el Partido
Nacionalsocialista liderado por Hitler.
Una
sociedad, a la que Hitler no perteneció formalmente pero sí varios de los altos
mandos del nazismo y que, según Basti, "no tomaron la guerra como una
contienda entre un bando y otro sino como un gran episodio de transmutación de
la humanidad, como una era que terminaba y otra que comenzaba".
"Es
histórica la pertenencia de dirigentes nazis a estos grupos esotéricos en el
momento de entreguerras", continúa el escritor, "lo que la novela
ficciona es que esos grupos continuaron sesionando durante la guerra",
pese a que oficialmente la sociedad Thule se disolvió tras la llegada de Hitler
al poder (1933).
El
escritor subraya la relación de este tipo de sociedades con el carácter de
Hitler, su supervivencia a numerosos atentados y la creencia en algunos sectores
de que tenía una suerte de "pacto con el diablo" para salvar su vida,
de ahí el título de la novela, "el hombre que venció a la muerte".
Para
Basti, que lleva años estudiando las huellas de Hitler en Argentina y Paraguay,
el dictador nazi tenía una visión mesiánica de su papel en el mundo y lo plasmó
en comentarios como el realizado en 1925 y con el que el escritor abre su
libro: "La obra que Cristo emprendió, pero que no pudo acabar, yo -Adolf
Hitler- la llevaré a su término".
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