martes, 3 de noviembre de 2020

Luis Arce considera que ‘nunca hay garantías’ ante un eventual ‘golpe



PERIÓDICO LA RAZÓN

LA PAZ / 3 de noviembre de 2020 / 00:05

El presidente electo Luis Arce consideró, en una entrevista con un diario mexicano, que nunca hay garantías ante un posible golpe de Estado, como el que dice que ocurrió en noviembre del año pasado con las movilizaciones políticas, los cuestionamientos a las elecciones, la renuncia de Evo Morales y la toma del poder por parte de Jeanine Áñez.

El periodista comentó que en la crisis de 2019 el Ejército y la Policía jugaron un rol importante en el “golpe de Estado” y que “al parecer” se subestimó que “esos actores podían involucrarse en una iniciativa golpista”.

¿Qué garantías hay ahora de que eso no volverá a suceder? “Nunca existe una garantía cuando están las cosas así y además la Policía es endeble. Pero ahora las condiciones son diferentes”, respondió Arce al diario La Jornada de Baja California.

“Las Fuerzas Armadas y la Policía han sido duramente criticadas por el pueblo de Bolivia por lo que ocurrió. Ellos saben que han dañado su imagen e institucionalidad. La población se está dando cuenta ahora de que en realidad estos minoritarios son los que buscan la violencia, no nosotros”, complementó el mandatario electo.

Arce, candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS), ganó las elecciones del domingo 18 de octubre con el 55,1% de los votos. Dijo que tuvo una victoria inobjetable, “con un árbitro de ellos, designado por este gobierno, por la dictadura, por los partidos políticos que participaron en el golpe Estado”.

Cuando fueron anuladas las elecciones del 20 de octubre de 2018, por supuestas irregularidades halladas por la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), el gobierno de Áñez y la Asamblea Legislativa acordaron nombrar otro Tribunal Supremo Electoral (TSE) y llamar a una nueva votación.

Entonces, Áñez optó por nombrar a Salvador Romero como su representante en el TSE, años después de que el vocal ejerciera las mismas funciones en la antigua Corte Nacional Electoral (CNE).

Consultado sobre las posibilidades de recomponer la economía del país, Arce afirmó que “va a ser un duro trabajo”. “El deterioro es muy fuerte. Con las cifras que hemos visto, salir de la crisis, para retomar el nivel de crecimiento, nos va a demandar entre uno y medio y dos y medio años”, afirmó.

Contó que la proyección del Producto Interno Bruto (PIB) para este año es de -8% a -11%, cifra que tiende a “profundizar la crisis”. Afirmó que en relación al crecimiento de 8,2% de antes, será una caída de 15 o 16 puntos porcentuales.

Dijo que el desempleo del país supera el 30%, cuando —complementó— durante el gobierno de Morales era “de apenas 4%”. Sobre el déficit fiscal, dijo que el gobierno pasado había estimado llegar al 6%, pero que el gobierno de Áñez ya está en 9%, “¡50% más!”.

“El otro tema es la deuda; es un tema muy preocupante. La deuda la dejamos en 25% del PIB. Ahora ya está a más de 32%, acercándose a 38%”, soltó Arce.

Afirmó que el gobierno de Morales dejó una deuda de más o menos $us 3.000 millones, a diferencia de los $us 7.000 millones o $us 9.000 millones de este régimen. Calculó que la deuda del país es ahora de entre $us 11.000 millones y $us 12.000 millones.

“Estamos hablando que se habría cuadruplicado la deuda interna, con sus consiguientes riesgos sobre la inflación”, dijo.

Arce y el vicepresidente electo asumirán sus funciones en ceremonia especial en la Asamblea Legislativa el 8 de noviembre, para un periodo de cinco años.

jueves, 12 de diciembre de 2019

Enfrentamos un golpe de Estado


El retorno de la violencia política y racial a las calles a partir del accionar de los 21F, la toma de posición política de los curas, la ratificación derechista de los medios de comunicación y la convocatoria de los políticos de la democracia pactada al levantamiento confirman que el pueblo boliviano se enfrenta a un golpe de Estado que cuenta con el apoyo de la derecha internacional más radical y fascista.

De poco o nada sirven los logros alcanzados en estos 12 años de gobierno del presidente Evo Morales Ayma. En las calles están volviendo el odio al indio, el racismo y la estupidez. No les importa el avance que se tuvo en lo político, económico, social y, mucho menos, la dignidad recuperada a nivel nacional e internacional.

En esta coyuntura, los pueblos indígena originario campesino y las comunidades interculturales, afrobolivianas y sus hijos estamos sufriendo un nuevo momento de tensión política social promovido por los sectores reaccionarios de la sociedad boliviana y, lo más triste, pero a la vez, objetivo, es que la nueva clase media lograda por este gobierno está atentando contra su progenitor, pero y lo sabemos, esta y las otras capas de la clase media siempre serán oscilantes.

Sin embargo, nos embarga una profunda tristeza ver a jóvenes hijos del pueblo que deberían estar defendiendo a sus abuelos y padres, sean presa fácil de la violencia y el racismo inconsciente. Se han desclasado y nosotros no hemos sabido educarlos.

Observaron el apoyo incondicional de derechistas y fascistas internacionales como el grupo ese de expresidentes, el apoyo del portal Infobae o los tuits del chileno Jorge Tarud. Claro a la oligarquía del Mapocho le conviene que vuelva cualquiera de los políticos fracasados que tenemos para seguir complotando contra Bolivia.

“Golpe blando” y las “Fake News”

Ahora nos estamos enfrentando a un coctel político muy explosivo conformado por el “golpe blando” y las “fake news” que pretenden desplazar del poder al presidente Morales Ayma y al MAS y, con él, a la mayoría de los que vivimos en Bolivia.

De pronto, los hijos putativos del dictador Banzer como Jorge “Tuto” Quiroga y de Gonzalo Sanchez de Lozada como Carlos Mesa Gisbert son los paladines de la democracia representativa y pactada olvidando los crímenes de los que son coautores intelectuales y materiales, además de arrodillar a Bolivia ante el imperialismo y las empresas transnacionales con las que saquearon las riquezas nacionales.

En ese mismo sentido, todos los autoexiliados movimientistas, miristas, adenistas y ucesistas responsables de la larga noche neoliberal se atreven a hablar de democracia y libertades.

Es descarado y cínico el apoyo que reciben de la oligarquía y burguesía chilena, lo que los vuelve a presentar como los “vendepatria” a los que no les importa el destino de Bolivia y de sus hijos.

El golpe se gestó desde hace mucho tiempo y tiene este sentido: un supuesto especialista en cualquier tema, escribe y desahucia cualquier logro del gobierno, los medios de comunicación pertenecientes al cartel de la mentira lo difunden y se ocupan de sostenerlo en la agenda mediática el tiempo que puedan.

El buen periodismo aconseja no acudir a fuentes cuestionadas, pero los del cartel de la mentira y sus periodistas independientes no dudan en buscar y publicar exclusivas, por ejemplo, de Carlos Sánchez Berzaín o Manfred Reyes Villa.

El golpe sedicioso ya pasó su primera etapa en la que se agendó y posicionó en la psiquis colectiva acciones no violentas, pero que crean malestar en la sociedad como el tema del 21F destacando denuncias sobre supuestos actos de corrupción; la segunda caracterizada por el desarrollo de intensas campañas en “defensa de la libertad de prensa y de los derechos humanos”, mientras, de forma paralela, se denuncia acusaciones de totalitarismo.

En la tercera etapa, opositores y neoliberales, desclasados y resentidos lograron centrar su lucha en reivindicaciones sociales y políticas incitando a manifestaciones y protestas violentas que devienen en la toma de instituciones representativas del Estado.

Ahora ya están en la cuarta etapa que no es otra que el inicio de una guerra psicológica para desestabilizar el gobierno buscando crear un clima de ingobernabilidad. Lo sucedido en La Paz y Santa Cruz son una muestra objetiva.

Al mismo tiempo avanzan hacia la quinta y última de sus maquinaciones: consolidar el clima de tensión social y de enfrentamiento en las calles con toma de instituciones casi como una guerra civil buscando el aislamiento internacional del presidente Morales y abonando el terreno para obligar a las FF.AA. a intervenir, sino buscando una “intervención militar humanitaria de los cascos blancos y otras fuerzas extranjeras”.

¿Qué hacer?
Nosotros los descendientes de los pueblos indígena originario campesino y las comunidades interculturales y afrobolivianas de todo nuestro territorio de Bolivia tenemos que enfrentar esta ola de violencia y vandalismo que los derechistas pretenden imponernos.

Por todos los medios posibles, tenemos que ratificar  y consolidar el apoyo de nuestro “voto duro” del campo y de los barrios marginales de las ciudades, además de rescatar a nuestra clase media y avanzar hacia sus otros segmentos utilizando simplemente los logros de gestión alcanzados hasta ahora en tan poco tiempo para la política y la historia.

Organizarnos y ocupar todos los espacios posibles para denunciar el golpe sedicioso, concientizar a nuestra gente y buscar el cuestionamiento de las nuevas clases medias en sentido de que no pueden distanciarse del Proceso de Cambio, porque, inclusive, pueden perder el bienestar adquirido recientemente, en estos 12 años de gobierno del MAS.

Pero, todos estos derechistas y fascistas temen al pueblo boliviano, sobre todo, a su unidad porque saben que unidos no podrán contra nosotros, entonces tenemos que organizarnos y presentar batalla en todos los frentes. La consigna es que no deben pasar ni en las urnas ni en las calles porque la batalla política, ideológica y el futuro de América se está dilucidando en Bolivia.

“El Deshabitado”

miércoles, 3 de octubre de 2018

Derrotados. ¿Nosotros?


Al final se unieron varios componentes para que el Tribunal de la Corte Internacional de Justicia de La Haya rechace la solicitud nacional de instar a Chile a negociar una salida soberana al océano Pacífico para Bolivia.

No podemos olvidar la omnipresente coyuntura geopolítica mundial, la no disimulada influencia de los Estados Unidos, en todos los ámbitos,  y, sobre todo, en  sus satélites en América Latina, especialmente, Chile y su clase gobernante que no es lo mismo que el pueblo chileno.

Tal vez, nos ilusionamos mucho y no contemplamos que ese tribunal, por muy justa que sea nuestra demanda, no podía ni podrá abrir una puerta para que similares problemas entre países sean recuperados del pasado.

Sin embargo, no se trata de una derrota diplomática, menos política como el gobierno chileno y sus amigos en nuestro Estado pretenden, ahora, instalar en la agenda continental.

Bolivia, el gobierno del presidente Evo Morales Ayma y el pueblo boliviano lograron, por primera vez, en su historia, sentar al gobierno chileno y a la diplomacia de Portales en el banquillo de los acusados en La Haya, pero sobre todo en el escenario mundial. Les recordamos que ese tratado fue impuesto y que no se cumple por la parte chilena.

Y aún en este panorama, el Tribunal de la Corte Internacional de Justicia dejó en claro que Bolivia nació con una costa marítima de más de 400 kilómetros sobre el océano Pacífico que fueron usurpados por la fuerza de las armas chilenas y los intereses económicos anglosajones. Que Chile invadió nuestro territorio sin siquiera una declaratoria de guerra, que el Tratado de 1904 no resolvió los temas pendientes para un acceso soberano de Bolivia al mar y que para resolverlo debe primar el diálogo.

Hay que destacar el posicionamiento moderado de la oposición, salvo algunos destemplados como un expresidente vinculado al narcotráfico y los del 21F que no entienden que la mediterraneidad nacional es un tema de Estado y que debe ser asumido en esa dimensión.

Hay que recordar que en la última sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, nuestro presidente Morales Ayma, recordó a su similar norteamericano que no respeta la democracia, sino cuando conviene a sus intereses imperiales, de violar los derechos humanos, invadir países, atropellar el multilateralismo y destruir el medio ambiente de forma descarada.

Días más tarde, Trump se reunió con el presidente chileno y hablaron de Bolivia, de nuestra demanda en La Haya, de que Chile “es uno de los países más bonitos del mundo (…) que tiene una de las grandes líneas costeras del mundo, no les falta costa, no les falta océano”.

El lobby chileno fue tan indignante que su Presidente buscó agradar a Donald indicando que Chile está en el corazón de Estados Unidos y que su bandera nacional  también. Chile y sus actuales gobernantes son los mejores aliados de Donald en América Latina.

El empresario chileno le dijo a Donald que Bolivia es respondona, que sus dirigentes ya no obedecen instrucciones de afuera y que es bueno empezar a minar la imagen de Morales Ayma a nivel internacional y nacional viendo las perspectivas eleccionarias de 2019.

Obedeciendo a su adn diplomático, el gobierno chileno pretende un diálogo inmediato bajo su lógica que el Tratado de 1904 resolvió todo lo referido a Bolivia y añaden que todo sería mejor, si el presidente ya no es Evo Morales Ayma.

Pero, se olvidan que por más de 500 años, diferentes imperios han tratado de doblegar a aymaras, quechuas, guaraníes y a los otros pueblos que ahora conformar el Estado Plurinacional sin lograrlo, y que los actuales bolivianos poseemos esa resistencia, esa tenacidad, esa convicción y la determinación de morir antes que esclavos vivir y que algún día volveremos al Pacífico.

Para empezar, recordemos que nuestros aymaras y quechuas ya invadieron silenciosa e irremediablemente el norte chileno y que en el sur de Perú sienten el latir nacional. La diplomacia de los pueblos ha avanzado y habrá que profundizarla.

En lo formal tenemos que asfixiar el norte chileno desviando nuestras importaciones y exportaciones por puertos peruanos, además de Puerto Busch  y la implementación inmediata del tren bioceánico.

Par y paso nuestra economía deberá continuar creciendo con lo que vendrá también el potenciamiento militar y la influencia y gravitación de nuestros pueblos en el acontecer latinoamericano y mundial.

Rendirnos nosotros…que se rinda La Haya…

El Deshabitado

sábado, 20 de enero de 2018

La reorganización…

 “…el hombre, mediante el periodismo, escribe sobre el amor, el paisaje, la patria, la mujer y hombre amad@s, pero también escribe sobre la vida diaria del pueblo y su problemática política y social, y nosotros los que nos señalamos como trabajadores de la prensa no podemos eludir ese tema, porque eludirlo sería cobardía…”.

En esta difícil coyuntura, cuando el fascismo, el racismo y el odio a lo nuestro pretenden volver a Bolivia al pasado, nosotros, el “Colectivo Benjo Cruz”, siguiendo el legado de nuestro líder nos reorganizamos para dar batalla al colonialismo en los campos del día a día, pero especialmente en aquellos en los que se mueven los trabajadores de la prensa.


No traicionaremos a nuestros anteriores ni a nosotros mismos 

viernes, 22 de mayo de 2015

Pronunciamiento

Hacemos público nuestro rechazo a la agresión en contra de la ministra de Comunicación Marianela Paco gracias a la publicación en el periódico Cambio.

La Paz, 22 de mayo de 2015


lunes, 18 de mayo de 2015


Emol. Chile.
Chuquicamata cumple este lunes 100 años de explotación industrial
Explotada durante siglos por indígenas de la zona, la mina a tajo abierto más grande del mundo ha aportado al Estado US$ 21.000 millones desde que pertenece a Codelco y en los últimos 20 años ha dado empleo a casi 70 mil personas.

Minería SANTIAGO.- Chuquicamata, que significa "Límite de la tierra de los Chucos" (pueblo indígena) o "Punta de Lanza" y que hasta 2007 poseyó un campamento minero que hoy forma parte de lo que es el territorio de Calama en la Región de Antofagasta, cumple 100 años de producción industrial.

Explotada durante siglos por los indígenas de la zona, Chuquicamata ha aportado al Estado más de US$ 21.000 millones desde que pertenece a Codelco y en las últimas dos décadas ha dado empleo a casi 70 mil personas.

El total de toneladas extraídas en el rajo en 85 años es de 1,6 billones y el total de producción fino es de 33.045.198 Ktmf (miles de kilos de toneladas métricos). Chuquicamata Subterránea En diciembre de 2014, el directorio de Codelco aprobó el inicio de las obras del proyecto que busca transformar a Chuquicamata en una mina subterránea.

La inversión es de US$ 3.306 millones, lo que constituye la mayor asignación de recursos en la historia de la empresa, la cual se suma a la los US$ 894 millones ya ejecutados en obras tempranas totalizando una inversión de US$ 4.200 millones.

Desde la compañía contemplan que las actividades comiencen a operar en 2019. El 12 de julio de 2012 se realizó la primera tronadura en el túnel de acceso a Chuquicamata Subterránea y dio el salto inicial hacia el futuro túnel de acceso de personal, que tendrá dos pistas, 9.3 metros de ancho, 6.2 de alto y una extensión de 7 mil 451 metros.

La futura Mina Subterránea, contempla un segundo túnel de 8.7 metros de ancho, 5.9 de alto y una extensión de 6 mil 248 metros. Esta estructura alberga la correa principal que transportará el mineral hacia la superficie.

¿Por qué la transformación? El actual rajo abierto dejará de ser rentable dentro de la próxima década. Ello, por dos razones fundamentales: (1) el alto gasto en petróleo para el transporte de mineral (hoy los camiones recorren diariamente 35.000 mil kilómetros: un 88% del perímetro de la Tierra) (2) por la alta relación estéril – mineral: en 2013 llegó a 3,6 toneladas de estéril por 1 tonelada de mineral, y esa cifra va subiendo a medida que se profundiza el rajo. La minería subterránea, en cambio, es selectiva: sólo extrae el mineral.
Fuente: Emol.com